¿ES OBLIGATORIO "ENTRENAR" A MI PERRO?

16.09.2024

Hoy quiero que sepas algo importante. Entrenar a tu perro no es obligatorio. Aunque puede ser útil en algunos casos, no trata trastornos conductuales. Es fundamental evaluar cada situación y las necesidades de tu perro o gato antes de decidir el enfoque adecuado.

Sin embargo, la palabra "entrenamiento" a veces se malinterpreta como un proceso formal y estructurado, cuando en realidad, muchos perros aprenden de forma natural y pasiva, sin que los tutores se den cuenta.

¿Cuándo está listo tu perro para ser entrenado?

No todos los perros están listos para un entrenamiento estructurado de inmediato. Si tu perro tiene un trastorno de comportamiento, como ansiedad o hiperactividad, es importante preguntarse si está en condiciones de aprender. Probablemente no. Y el entrenamiento no es el tratamiento. 

Algunos perros necesitan primero resolver problemas emocionales o médicos antes de poder enfocarse en un entrenamiento formal. En estos casos, la prioridad podría ser estabilizar su salud mental o física antes de implementar cualquier tipo de enseñanza. Para eso estamos los Etólogos Clínicos, que somos los "médicos del comportamiento" y trabajamos con su sistema nervioso.

¿Qué es útil para entrenar a un perro?

El tipo de "entrenamiento" que tu perro necesita varía según sus necesidades y tu estilo de vida. A veces, el entrenamiento no tiene que ser formal. Debes saber que los perros pueden aprender observando y adaptándose a las rutinas diarias de su hogar. 

Cosas simples como esperar antes de cruzar la calle, sentarse antes de recibir comida o caminar con correa son aprendizajes que muchos perros adquieren de manera natural, sin necesidad de un entrenamiento específico. 

Muchos tutores ya "entrenan" a sus perros sin darse cuenta, simplemente a través de la convivencia diaria y lo hacen estupendamente. 

¿Cuándo es prioridad el entrenamiento?

El entrenamiento puede ser una prioridad si el comportamiento de tu perro está afectando su bienestar o el tuyo. 

Por ejemplo, si tu perro tiene problemas de agresividad, ansiedad por separación o miedos graves que están empeorando, un plan de entrenamiento guiado por el Etólogo Clínico que está guiando el tratamiento psicofarmacológico y el tratamiento médico pueden ser claves. 

Sin embargo, si tu perro ya tiene una base de comportamiento equilibrada y los problemas son menores, es posible que no sea necesario un entrenamiento formal. Aquí es importante recordar que el objetivo no es imponer una estructura rígida, sino mejorar la comunicación y el bienestar general.

¿Qué pasa si no lo entreno?

Si decides no seguir un entrenamiento estructurado, no siempre ocurrirán consecuencias graves. Muchos perros, especialmente aquellos con una base de comportamiento equilibrada, pueden vivir felizmente sin un entrenamiento formal. 

No todos los perros necesitan sesiones estructuradas para ser buenos compañeros. La mayoría de los perros aprenden de manera pasiva a través de la rutina diaria y la convivencia con su tutor. El mundo occidental nos ha impuesto tareas un tanto humanizadas con nuestros perros, que a veces es necesario reflexionar más allá de nuestras fronteras culturales y mentales. 

El mito del entrenamiento formal

La idea del "entrenamiento" obligatorio e impuesto al perro está muy relacionado con la escolarización humana, y puede dar la impresión de que todos los perros deben pasar por un proceso similar. 

Sin embargo, no todos los perros requieren un entrenamiento formal. Algunos ya vienen con una base sólida de comportamiento, y lo que necesitan es tiempo, paciencia y guía diaria, más que un plan estructurado. 

Lo importante es reconocer las necesidades de tu perro y ajustarse a ellas, sin sentir la presión de que todos deben pasar por el mismo tipo de enseñanza.


Entrenar a tu perro no es una obligación, pero sí puede ser beneficioso en muchos casos, especialmente si requiere alguna intervención. Pero ojo! no elijas por tu cuenta sin una buena asesoría. Pero ten en cuenta que, no todos los perros necesitan un entrenamiento por parte de una "institución" o de un "profesor humano" para vivir equilibradamente. 

Muchos aprenden de manera pasiva y, para algunos, esa enseñanza diaria es todo lo que necesitan. La clave está en evaluar las necesidades de tu perro y decidir qué es mejor para su bienestar, sin caer en la trampa de pensar que todos los perros deben seguir el mismo camino.