¿SON OBLIGATORIOS LOS EXÁMENES ANTES DE MEDICAR?
En clínica veterinaria, es común que se piense que para iniciar un tratamiento con psicofármacos es obligatorio realizar exámenes previos. Esta práctica fue transmitida durante años y responde, en parte, a una visión de cautela.
Sin embargo, hoy sabemos que la mayoría de los psicofármacos utilizados en etología no requieren necesariamente una batería de exámenes de rutina antes de su administración, a menos que existan signos clínicos específicos que justifiquen esta necesidad.
Aquí algunos puntos a considerar:
Criterio médico sobre protocolos preestablecidos: La decisión de hacer exámenes depende principalmente del criterio del médico, que valorará el estado general, la edad, y las posibles comorbilidades del paciente. No todos los animales requieren pruebas extensas si el médico ha evaluado que su condición es apta para recibir el medicamento sin esperar resultados de laboratorio.
Urgencia del tratamiento: En la clínica, muchos casos presentan cuadros graves de ansiedad, agresión, o problemas conductuales complejos que, si no se tratan con rapidez, pueden empeorar el bienestar del animal y la convivencia en su entorno. Realizar exámenes puede retrasar el tratamiento hasta varios días, lo cual es problemático cuando los casos requieren intervención inmediata para aliviar el sufrimiento del animal y evitar riesgos para otros.
Rol de los exámenes: Los exámenes son una herramienta útil cuando el veterinario sospecha de una enfermedad que pueda influir en el metabolismo del fármaco, por ejemplo, una disfunción hepática o renal que podría afectar la eliminación del medicamento. Asimismo, si un tratamiento no muestra la eficacia esperada, los exámenes pueden ayudar a entender si existe una condición fisiológica subyacente que afecta su desempeño.
Criterio selectivo en el seguimiento: El monitoreo de los efectos del tratamiento debe ajustarse según las necesidades de cada caso. En general, el seguimiento clínico y las observaciones detalladas son clave para evaluar cómo responde el paciente. Si se detectan efectos secundarios o una respuesta atípica, en ese momento podría ser pertinente solicitar exámenes específicos para ajustar la medicación o incluso modificar el enfoque terapéutico.
Consideración de riesgos y beneficios: Los psicofármacos, cuando se indican de manera adecuada, pueden aportar grandes beneficios en el bienestar emocional y físico del animal, contribuyendo a una vida de mejor calidad. No iniciar el tratamiento por esperar exámenes en todos los casos podría prolongar innecesariamente la duración del sufrimiento, especialmente cuando el estado clínico no indica riesgos de salud significativos.
En resumen, la realización de exámenes previos a la administración de psicofármacos no es un requisito indispensable en todos los casos, y su necesidad debe evaluarse caso a caso, con el criterio profesional y la situación del paciente como elementos centrales.