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¿ES PERSONALIZADA LA TERAPIA QUE LLEVAS CON TU ETÓLOGO CLÍNICO? UN FACTOR CRUCIAL PARA EL ÉXITO

07.10.2024

Elaborar una terapia personalizada para un animal es un proceso complejo y detallado que va mucho más allá de las soluciones rápidas y fáciles que solemos ver en las redes sociales. Como profesionales, trabajamos con cada paciente de manera individual, considerando su historia clínica, su entorno, su salud física y emocional, y el impacto que tienen los comportamientos tanto para el animal como para su tutor. No existe una fórmula mágica ni un "entrenamiento exprés" que resuelva problemas profundamente arraigados de ansiedad, agresividad, o desconfianza.

El papel del tutor como co-terapeuta es fundamental. No se trata solo de seguir las indicaciones del veterinario o el etólogo, sino de comprometerse a trabajar día a día en los ejercicios, observando los pequeños cambios, reforzando los comportamientos adecuados y ajustando las expectativas a la realidad del proceso. La paciencia, la constancia y el entendimiento de que los cambios verdaderos y duraderos toman tiempo son claves en el éxito del tratamiento.

Es común que en redes sociales se vean vídeos de "transformaciones" milagrosas de comportamiento en cuestión de minutos, pero lo que no muestran es el trabajo constante detrás de escena, la correcta aplicación de medicamentos, la adaptación de ejercicios, y la colaboración diaria entre tutor y especialista. Las expectativas falsas o irreales generadas por este tipo de contenido pueden ser dañinas, ya que crean frustración y desaliento cuando no se ven resultados inmediatos.

Cada paciente es único, y su recuperación o mejora depende de múltiples factores que no se pueden comparar con casos aislados que circulan en Internet. La verdadera transformación llega cuando se reconoce que el proceso es gradual y que el éxito reside en el esfuerzo conjunto entre el tutor y el terapeuta. Los resultados más duraderos son aquellos que se construyen con dedicación, comprensión y una expectativa realista del proceso de mejora.

El mensaje final es claro: mantén la adherencia al tratamiento y sigue las pautas establecidas. Si tienes dudas o inquietudes, comunícalas directamente con el profesional a cargo, quien conoce el caso en profundidad y puede ofrecer soluciones adecuadas. Evita caer en la tentación de preguntar a cualquiera que no esté familiarizado con la situación de tu animal, ya que eso puede generar confusión o incluso empeorar el problema.

Ser maduro y reflexivo en el manejo de tu mascota es clave. No tomes decisiones erráticas ni implementes cambios sin pensarlo bien. La constancia, la confianza en el proceso y una buena comunicación con el terapeuta son los pilares para que la terapia sea efectiva y los resultados sean duraderos.