EL PERRO DETRÁS DE LA REJA
Nada puede resultar más triste que ver un perro solo y detrás de una reja. En mi caso, al menos, no es gracioso ver como cientos de perros ladran a más no poder detrás de los barrotes de fierro cada vez que paso caminando, con algún paciente en medio de una terapia. ¿Por qué?
Es una tendencia en nuestro país, y muy común, dejar al perro en el antejardín para que se entretenga (según la perspectiva humana), y mire por horas y horas sólo y sin supervisión. Para muchos perros más que ser una ayuda, puede ser todo un suplicio. Tengamos en cuenta que muchos de estos perros no están bien y muchos cursan con problemas conductuales de base, por lo que pueden tener miedo, sentir ansiedad y ver tantas cosas que no pueden controlar, es algo que sin dudas no les ayuda a divertirse como nosotros esperaríamos. Para otros, es el caldo de cultivo de frustraciones, aburrimiento y futuros problemas.
¿Qué pasa entonces con ese perro que la pasa mal?: pueden ser muchas alternativas. En muchos casos se vuelve un perro ladrador, con miedo, destructor y agresivo. En otras, un perro inhibido que no hace nada. En el mejor de los casos, un perro efusivo y ávido del contacto humano del cual carece estando en esta situación.
Dejar a un perro en un antejardín solo, sin enriquecimiento ambiental como juguetes, y sobretodo sin supervisión por largas horas, sin duda es una mala práctica que deberíamos ir dejando de lado, en la medida en que por fin logremos empatizar con nuestros perros y entendamos que están en un contexto en que no pueden interactuar, refugiarse, descansar adecuadamente y prever los variados estímulos que pasan a su alrededor, van derecho a la frustración y esta misma le puede llevar a distintos problemas de comportamiento y trastornos conductuales si hay una predisposición a padecerlos.
No han sido pocos los casos de ansiedad o agresividad en diversos tipos que he visto por estos casos, problemas compulsivos (desplazarse de forma lineal o circular de manera repetitiva afectando a su vida normal) y por supuesto, accidentes graves que ocurren cuando el perro ha tratado de huir entre los barrotes de la reja que han terminado en complicadas cirugías traumatológicas o eutanasia. Son pocos los que logran sortear esta forma de vida y pueden adaptarse sin problemas e incluso llegar a disfrutarlo, pero siempre es la excepción y no queremos experimentar con ningún perro para comprobarlo.
Por otro lado, no podemos olvidar el problema que ocasionan a aquellos perros que tratan de pasear tranquilos y supervisados por la calle o aquellos que están atravesando por el complicado proceso de una terapia conductual y deben aprender a tolerar (o a veces no), a decenas de perros que ladran detrás de una reja, tan o más aproblemados que él o ella. La pasa mal el perro detrás de la reja, y la pasa mal el perro que va pasando por fuera. Muchas veces se trenzan en peleas entre los barrotes y lejos de ser gracioso, es algo que no debería suceder y deberíamos a toda costa evitar por un tema de bienestar.
El antejardín puede ser una alternativa siempre y cuando sea sólo un lugar de paso, donde tenga acceso a su refugio, su casa o el interior de la tuya en el momento en que lo desee, pasar al patio trasero; donde pueda moverse, correr, entretenerse, disfrutar sin que tenga que estar pendiente al cien por ciento de lo que pase afuera. En resumen, puede ser un lugar positivo siempre y cuando esté bajo tu supervisión, pase cortos períodos y tenga con qué entretenerse y estar ocupado. Y esto no incluye mirar hacia afuera por largas horas, porque la forma en la que ellos perciben el mundo es distinta a la nuestra. Esto también incluye a los perros que miran desde las ventanas por largos períodos de tiempo.
Es cosa de ponernos en su lugar un rato. Pensemos como nos sentiríamos en su lugar, dejados a la deriva y aburridos durante horas sin más que nosotros mismos y quizás podamos cambiar de idea y estrategia. Es nuestro deber asegurar su bienestar siempre. La próxima vez que quieras dejarlo afuera por largas horas, piensa en el compromiso que adquiriste alguna vez con tu perro.