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LA IMPORTANCIA DE HACER UNA BUENA REVISIÓN CLÍNICA EN VETERINARIA

25.06.2024

El examen clínico general en veterinaria es una herramienta fundamental para la evaluación de la salud de los animales. Un examen clínico completo y bien realizado permite al médico veterinario obtener una visión integral del estado de salud del paciente, identificar signos de enfermedades tempranas y establecer un plan de tratamiento adecuado. Un buen examen clínico incluye una revisión minuciosa de los diferentes sistemas del cuerpo del animal, lo cual debiera ir más allá de una simple inspección ocular.

Lamentablemente, no todos los veterinarios realizan un examen clínico general de manera adecuada. Muchos confunden el examen clínico con la inspección ocular, que es solo una parte del proceso. Al respecto, la inspección ocular implica "mirar" al animal para detectar signos externos de enfermedad, pero no abarca un examen físico completo que incluye la palpación, auscultación, percusión y mediciones específicas entre otros.


Diferencias entre inspección ocular y examen clínico general

  1. Inspección ocular: Se limita a observar al animal externamente. Se pueden detectar signos visibles como heridas, parásitos externos, deformidades corporales o comportamientos anormales notorios. 

  2. Examen clínico general:

    • Inspección ocular: Parte inicial del examen para observar signos visibles.
    • Palpación: tocar y sentir diferentes partes del cuerpo para detectar anomalías internas como masas, dolor o hinchazón.
    • Auscultación: escuchar sonidos corporales internos, como el corazón y los pulmones, con un fonendoscopio.
    • Percusión: golpear suavemente diferentes partes del cuerpo para evaluar sonidos que pueden indicar la presencia de líquidos, gases o masas.
    • Mediciones: tomar la temperatura, pulso, frecuencia respiratoria y peso del animal.


Consecuencias de un examen clínico deficiente

  1. Diagnóstico incorrecto: sin un examen clínico completo, es fácil pasar por alto signos importantes de enfermedades, lo que puede llevar a diagnósticos incorrectos y tratamientos inadecuados.
  2. Progresión de la enfermedad: las enfermedades pueden avanzar sin ser detectadas, lo que puede complicar el tratamiento y reducir las posibilidades de recuperación.
  3. Frustración del especialista en etología clínica: los problemas y trastornos de comportamiento pueden estar relacionados con condiciones médicas subyacentes. Si estas no se detectan, el especialista en etología clínica podrá identificar que hay una causa física al no condecirse con una causa conductual o emocional, pero el veterinario generalista puede no estar convencido de la necesidad de investigar más a fondo, lo que genera tratamientos ineficaces y conflictos profesionales.
  4. Confusión y desconfianza del tutor: los tutores de mascotas pueden sentirse confundidos y frustrados si no se obtiene un diagnóstico claro. Esto puede llevar a una pérdida de confianza tanto en el veterinario generalista como en el especialista en etología clínica. Los tutores pueden creer que el etólogo clínico no tiene mayores injerencias en la salud física y llegar a desconfiar, lo que complica aún más la situación.


Importancia en el aspecto etológico

El examen clínico general es crucial desde un punto de vista etológico porque muchas enfermedades físicas pueden manifestarse como problemas de comportamiento. Por ejemplo:

  • Dolor crónico: Puede hacer que un animal se vuelva agresivo o retraído.
  • Problemas endocrinos: Como el hiper o hipotiroidismo, pueden causar letargo o cambios en el comportamiento.
  • Enfermedades neurológicas: Pueden provocar comportamientos anormales que se confunden con trastornos conductuales

Si estos problemas no se detectan debido a un examen clínico incompleto, el tratamiento etológico no será efectivo y puede empeorar la condición del animal. Además, existen tratamientos y fármacos específicos que los veterinarios generalistas pueden desconocer, lo que complica aún más el abordaje adecuado del problema desde una perspectiva etológica.


Consecuencias de la falta de comunicación y conocimiento

La falta de un buen examen clínico y la poca comunicación entre el veterinario generalista y el especialista en etología clínica pueden llevar a:

  1. Malas concepciones sobre tratamientos y fármacos: Los veterinarios generalistas pueden desconocer ciertos abordajes y fármacos especializados que el etólogo clínico recomienda, generando desconfianza y rechazo hacia estos tratamientos.
  2. Frustración profesional: El etólogo clínico puede sentirse frustrado al ver que su conocimiento y experiencia no son valorados ni tomados en cuenta por el veterinario generalista, afectando la colaboración interdisciplinaria.
  3. Desenlace negativo para el paciente: La falta de un diagnóstico y tratamiento adecuados puede llevar a un empeoramiento de la salud del animal, prolongando su sufrimiento y dificultando la resolución de los problemas de comportamiento.


¿En que podemos concluir?

Un buen examen clínico general es esencial para la práctica veterinaria efectiva. La formación adecuada y la práctica rigurosa de un examen clínico completo pueden prevenir errores diagnósticos, mejorar los resultados de salud de los animales, y reducir la frustración tanto para los profesionales veterinarios como para los tutores de mascotas. Esto subraya la necesidad de una formación continua, una comunicación efectiva y un compromiso con las mejores prácticas en la profesión veterinaria. La colaboración interdisciplinaria entre veterinarios generalistas y especialistas en etología clínica es crucial para abordar adecuadamente los problemas de salud y comportamiento de los animales.