MEDICAR A UN CACHORRO: ¿POR QUÉ LOS MITOS Y EL MIEDO SON TAN DAÑINOS EN ESTOS CASOS?

02.10.2024

En este artículo te hablo desde la más pura experiencia y dejando de lado los mitos infundados.

El tema de la medicación en cachorros sigue estando rodeado de miedo y mitos que, en muchos casos, son más dañinos que cualquier intervención médica. Es fundamental entender que solo se teme a lo que no se conoce, y este miedo injustificado puede llevar a la desinformación, impidiendo que se tomen decisiones a favor del bienestar del cachorro.

No todo problema de comportamiento en un cachorro se debe al aburrimiento o a la falta de ejercicio, y no todo se puede solucionar con medidas simples como más juguetes o paseos. No todo es conductual y si queremos avanzar en mejorar el bienestar animal en general, debemos dejar de considerarlos como meras máquinas ejecutoras de conductas.

Hay situaciones en las que los problemas de comportamiento tienen raíces más profundas, la mayoría vinculadas con el desarrollo neurobiológico, que requieren una intervención más especializada. Es aquí donde la evaluación etológica se vuelve crucial, ya que un etólogo clínico experimentado es el único que puede identificar si hay hitos del desarrollo comprometidos que podrían desencadenar trastornos más graves en el futuro.

La idea de que la medicación en cachorros es innecesaria o peligrosa se basa en mitos y desinformación que solo empeoran el problema. 

Por eso debes saber que el miedo a la medicación es más dañino que la medicación en sí. En manos de un veterinario especializado, los psicofármacos no son una amenaza, sino una herramienta esencial para ayudar a los cachorros que presentan problemas de regulación emocional, hipersensibilidad, o ansiedad desde una etapa temprana. Estos problemas, si no se abordan a tiempo, pueden escalar y volverse crónicos, afectando tanto al animal como a su entorno.

No todo se resuelve con paseos más largos o juguetes nuevos. Cuando hay factores neurobiológicos comprometidos, la intervención médica es necesaria para darle al cachorro la mejor oportunidad de desarrollarse adecuadamente. Ignorar estos problemas, o pensar que se pueden corregir con medidas simples, solo perpetúa la falta de bienestar y aumenta el riesgo de que los problemas se agraven.

Por ello, es importante que se deje de lado el miedo y los mitos. El desconocimiento solo frena el bienestar de los animales. El miedo a lo desconocido no debe impedir que los tutores tomen decisiones informadas y basadas en la ciencia. Con la orientación adecuada de un etólogo clínico especializado, la medicación temprana en cachorros no solo es segura, sino también una estrategia fundamental para asegurar su equilibrio emocional y prevenir problemas de comportamiento más graves en el futuro. 

Mi experiencia en cientos de pacientes pediátricos me permite confirmar alegremente esto y contarles que, para todos aquellos pacientes (y tutores) que siguieron el tratamiento al pie de la letra, sus problemas que parecieron tan graves en un inicio - hoy en plena adultez - son parte de un mal recuerdo. ¡Te invito a ser parte de los tutores que marcan la diferencia!