TESTIMONIOS

MONTSERRAT R.

Tutora de Frodo

Ñuñoa, Región Metropolitana

"Mi perrito Frodo, de 8 años, llegó a vivir conmigo por circunstancias de fuerza mayor, luego de una vida entera compartiendo con otros perritos y varias personas en una casa familiar.

Sabía que semejante cambio no iba a ser fácil, y fue mucho más complicado de lo que creí: Frodo lloró y ladró aterrado por meses cuando quedaba solo. Tras consultar permanentemente a varios profesionales que nos daban soluciones genéricas que sólo agravaban cada vez más el problema, yo casi me había resignado a que no iba a poder encontrar ninguna solución.

Cuando me dieron el dato de la Dra. Soledad Torres, su abordaje profesional fue absolutamente distinto: ella evaluó a Frodo en su propio ambiente, se interesó por su historia previa, su carácter y rutinas, y así pudo brindarle el tratamiento farmacológico específico que necesitaba para la Ansiedad por Separación. 4 meses después, Frodito ya podía quedarse solo en casa, viajar en auto sin sentir terror (le encanta ir mirando hacia afuera por la ventana abierta) y dormir en la pieza contigua. ¡Incluso aprendió algunos trucos! Estoy profundamente agradecida del rigor profesional de la Dra. Torres, que, sumado a una especial vocación, ayudó a mi pequeño peludo a mejorar su calidad de vida. ¡Gracias miles!"

MARIANA O.

Tutora de Taiga

Valdivia, Región de Los Ríos

"Cuando acudimos a la Terapia Conductual, llevábamos un arduo trabajo detrás con la agresividad de Taiga, que poseía una gravedad que yo misma no había sido capaz de dimensionar y que ella había mejorado; sin embargo, yo seguía tratándola como si fuera a hacerme daño; al aplicar los consejos fui viendo como mi propio miedo fue descendiendo y dando paso a una confianza que se había perdido entre nosotras y, a su vez, me fui atreviendo a permitir que otras personas se relacionaran de forma libre con Taiga, algo que antes me generaba una gran ansiedad, conociendo como podía resultar y lo "mala" que era catalogada mi gata, algo que me generaba mucha pena porque en su mayor parte, conmigo era una pequeña adorable.

Gracias a todo lo aplicado durante el período de tratamiento, pudimos evolucionar nuestra relación a una confianza real, tanto conmigo como para cualquier persona nueva que entraba a nuestra vida y, más allá de eso, pude observar y comprobar que Taiga nunca entendió qué pasaba ni porque yo detenía los juegos o me alejaba en ciertos momentos: sus agresiones jamás fueron adrede ni mucho menos con mala intención, solo eran resultado de su falta de control de impulsos y baja tolerancia a la frustración, algo que gracias a la terapia seguimos trabajando hasta hoy con excelentes resultados. Basicamente, fue parte del cambio total de vida que tuvo mi pequeña y una liberación de culpas de mi parte, pues no hay nada más triste que temerle a un pequeño ser que amas tanto y gracias a Soledad logré que mi subconsciente lo comprendiera y evolucionara, para así fortalecer la hermosa relación que tenemos hoy"

La próxima historia podría ser la de ustedes